domingo, 1 de mayo de 2016

Franco y Fidel, los enemigos cordiales

Aunque pueda parecer "a priori" que estos personajes son representantes situados en antípodas ideológicas, completamente irreconciliables, y su único punto en común sea su origen gallego, la relación de estos dos hombres ha sido objeto de análisis por historiadores y politólogos debido a su singularidad.

Franco como muchos militares de su época creció con cierto resentimiento hacia los Estados Unidos, después de la derrota de 1898 contra EEUU en la que España perdió sus últimos territorios en ultramar (Cuba, Puerto Rico y Filipinas) y último vestigio del viejo imperio. La revolución cubana, la resistencia, la toma de La Habana en 1959 e incluso la victoria sobre los EEUU en Girón, pudo ser vista por Franco, incluso con cierta admiración, como una revancha histórica de España, a fin de cuentas parte los cubanos eran descendientes de españoles (el padre de Fidel era de Lugo) y que expulsaran a los estadounidenses era una reparación del honor de los españoles. De hecho algunas fuentes indican que a Castro no solo le movía un sentimiento marxista sino también, con mas influencia incluso cierto sentimiento nacionalista y patriótico.


Lojendo increpando a Fidel Castro
No obstante Castro no se cortó en criticar públicamente el régimen franquista, aunque nunca a Franco directamente, también alabo y se rodeo de militares españoles republicanos. Hubo un incidente que reflejaba esa peculiar relación, en 1960 Fidel Castro ante la televisión acusa a la embajada española de ayudar a los grupos opositores, Juan Pablo Lojendo que era embajador de España en La Habana en aquel momento, irrumpió presa de su temperamento en los estudios de televisión en directo e increpo a Fidel exigiéndole una rectificación, como consecuencia fue expulsado del país inmediatamente.
Cuando a Franco le notifican el suceso, este comunica a su ministro de exteriores, Castiella: "Usted es el ministro, haga lo que crea oportuno. Con cuba, de todo menos romper." Desde luego España y Cuba superaron la crisis y se normalizaron las relaciones.

Ahí no acaban las peculiaridades, en 1960 cuando el gobierno cubano inició la reforma agraria y las expropiaciones a las empresas estadounidenses, como consecuencia EEUU rompió relaciones con Cuba e inicio su famoso bloqueo económico, al que siguieron las potencias europeas. Los americanos contemplaron estupefactos como Franco firmaba un acuerdo comercial con Cuba que renovaría en años posteriores, de hecho Iberia seria la única compañía aérea que mantendría una linea España-Cuba, el único punto de entrada en Europa. Las presiones de los EEUU sobre el régimen de Franco no tardarían en llegar, incluso amenazando con romper relaciones, sin embargo, durante la negociación de las bases americanas en suelo español de 1963, los americanos finalmente hicieron la vista gorda.

El "Che" en la plaza de toros de Madrid en 1959
Esta ayuda comercial no gustó nada a la oposición cubana, que era formada y financiada por la CIA y ocasionalmente atacaba los barcos españoles, en 1964 el Sierra Aránzazu sufrió el ataque de los opositores anticastristas que descargaron cerca de 1500 balas sobre el barco, matando a 3 marinos e hiriendo a otros 6. EEUU negó implicación en el ataque sin embargo la diplomacia española consiguió que a partir de entonces los barcos fueran escoltados por la armada americana.

Tras la muerte del Che Guevara en 1967 los Estados Unidos vieron en la relación de España con Cuba un canal de comunicaciones secreto con Cuba usando de mediador a España. Franco se prestó a la mediación, en esta tarea Adolfo Martín Gamero vivió un hecho peculiar cuando se reunió con los hermanos Castro para que le enseñaran la isla, y en una visita a la casa familiar de los Castro en Birán, Adolfo descubrió en el dormitorio del padre de Fidel un telescopio y una foto de Franco sobre la mesita de noche, que según parece llevaba allí desde siempre.
Fidel Castro y Fraga preparando una Queimada en Lugo

Tras el fallecimiento de Franco, el gobierno de Cuba decretó tres días de luto oficial, un homenaje como ningún otro país le hizo, de hecho al año siguiente murió Mao Tse Tung y el gobierno cubano no tuvo la misma deferencia con el dictador comunista. Ya en 1974 se produjo el intercambio de
embajadores y en 1992 Fidel Castro hizo un viaje oficial a Galicia a conocer la localidad de nacimiento de su padre.

En 1988 Fidel en un entrevista declaró: "Franco no se portó mal, hay que reconocerlo. Pese a las presiones que tuvo, no rompió las relaciones diplomáticas y comerciales con nosotros. No tocar a Cuba fue su frase determinante. El gallego supo habérselas. Que se portó bien caramba."